El propietario de la finca, Alfonso de Bustos, Barón de Bellpuit, contestó a la delegación de Medio Ambiente que no disponía del dinero necesario para curar las secuoyas y apelando al uso público de la zona que, según parece, recibe unas 100.000 visitas al año, pidió el apoyo económico de las administraciones públicas, en este caso de la Consejería de Medio Ambiente.
Por lo pronto, técnicos de la Junta ya tienen un plan de actuación que la semana pasada fue autorizado por la Dirección General del Medio Natural con un presupuesto de 5.500 euros, cuyo protocolo de actuación se basa en los análisis previos ya realizados para confirmar y constatar que las secuoyas están afectadas al parecer por un tipo de insecto perforador muy activo sobre el que hay que actuar y que ataca el árbol desde la copa hacia abajo.
Según Francisco Javier Aragón, la actuación no se va a dilatar en el tiempo, aunque lo primero es asegurar de qué plaga se trata. El delegado de Medio Ambiente no descarta repercutir el coste del tratamiento al propietario de la finca pues le consta que, en su día, cobraba una cantidad de dinero a las personas que querían visitar el lugar. «Por lo tanto -afirmó- es muy posible que ahora, tal y como indica la ley, tenga que pagar el coste de los 5.500 euros que en principio asume la Consejería de Medio Ambiente, pero con la intención de cobrárselos a su propietario».
Hace unos años, todo el que pasaba por la carretera A- 4301 podía acceder libremente al lugar donde se encuentran las secuoyas que tienen unos 50 metros de altura, pero la parcela fue vallada en todo su perímetro, si bien ahora hay un cartel que pide disculpas y dice que el vallado está para proteger y recuperar los ejemplares.
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